Fidelidad En Medio De Las Pruebas
- pandevidamcallen
- 7 oct. 2024
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 8 oct. 2024

Todos los días las noticias nos anuncian una verdad que no podemos ocultar: El sufrimiento está presente en cada rincón de nuestra tierra. En estos momentos hay una familia en dolor, hay guerras, hambres, persecución, injusticias, enfermedades, violencia y muerte. Y como siempre, las preguntas vienen: ¿Por qué personas inocentes tienen que sufrir? ¿Por qué hay tanto dolor en la tierra? ¿Por qué si yo no pedí sufrir, tengo que sufrir? Créeme que no hay una única respuesta ante el porqué del sufrimiento, pero trataremos de responder a estos interrogantes.
1. El sufrimiento se presenta: Producto de Nuestras Acciones:
Son muchas las ocasiones en que nuestras propias acciones nos llevan frente a frente ante el sufrimiento. Muchas decisiones que tomamos y acciones que realizamos de manera arbitraria producen inmediatamente consecuencias que provocan dolor y sufrimiento, golpeando no solamente nuestra vida, sino la de aquellos que son cercanos a nosotros. Mucho del sufrimiento que enfrentamos es debido a nuestro propio pecado. Leer Números 32.23.
2. El Sufrimiento se presenta producto de las injusticias causadas por el hombre:
Este tipo de sufrimiento se presenta cuando no hemos cometido ningún pecado, cuando no se ha violado ninguna ley, ni la ley de los hombres, ni la ley divina. Sin embargo, por causa de la caída, cada ser humano es injusto. A veces sin darnos cuenta (y no es justificación) podemos actuar de manera injusta hacia los demás. “Porque todos ofendemos muchas veces”. Santiago 3.2. Y en este mundo los casos de injusticia se encuentran en cada rincón. Tenemos injusticia social, laboral, injusticia hacia los más débiles y faltos de oportunidades. Injusticias que son el resultado de estar expuestos a un mundo donde el pecado y alejamiento de Dios y de Su palabra son el común denominador.
Pero tal vez el sufrimiento más doloroso, el que nos deja más desconcertados, confundidos, y en algunos casos nos deja con muchos interrogantes es:
3. El sufrimiento inmerecido:
Se califica este tipo de sufrimiento de esta manera, porque quien lo enfrenta son personas que no solamente están viviendo bien, sino que no han violado ninguna ley, ni del cielo ni de la tierra. Que han consagrado sus vidas a Dios, que han rendido sus vidas a la voluntad y a los propósitos del Señor; creyentes en Cristo que tratan cada día de ser un buen testimonio tanto fuera, como dentro de la iglesia. Un buen ejemplo de esta clase de sufrimiento en la Biblia, es la historia de José en el libro de Génesis. Su mamá muere cuando nace su hermano, los problemas familiares comenzaron a escalar tanto al grado que sus propios hermanos odiaban a José, era tanto el odio que estuvieron a punto de matarlo, pero decidieron venderlo a los ismaelitas para luego ser llevado como esclavo en Egipto.
Estando en casa de su amo, fue culpado falsamente y puesto en la cárcel. Estando en la cárcel es promovido a gobernador de Egipto, el segundo en importancia después del mismo Faraón. Estando en ese importante cargo, José tuvo que enfrentar siete años de una intensa hambruna y estando en esa posición de autoridad, sus hermanos vienen a Egipto en donde José fue vendido como esclavo por ellos y escucha la comprensión que tenía José por su sufrimiento. Leer: Génesis 50.20-21.
La forma en que escribe Santiago es directa, no entra en rodeos, no le da vueltas al tema, y nos da NO solo la actitud que debiéramos de tener cuando enfrentamos el sufrimiento, sino que también nos da el propósito por el cual tú y yo enfrentamos el sufrimiento. Y después de decirnos que debemos de tener un gozo completo en medio de la prueba, ahora nos da el propósito: “porque ustedes saben que, siempre que se pone a prueba la fe, la constancia tiene una oportunidad para desarrollarse”. Santiago 1.3 (NTV).
Aquí encontramos uno de los propósitos por los cuales a ti y a mi nos toca enfrentar las pruebas: “PONER A PRUEBA NUESTRA FE”. Así que más que preguntarle a Dios: ¿Por qué estoy sufriendo? La pregunta correcta seria: ¿Para qué estoy sufriendo?
Y esto es muy clave porque si perdemos de vista los buenos propósitos de Dios en medio de la prueba, y solo nos enfocamos en ver nuestras aflicciones, pronto nos hundiremos. Escúchame bien: ningún dolor, ningún proceso, ningún desierto, ninguna tormenta por fuerte o mínima que sea, para Dios carece de propósito; Pero si nosotros no respondemos correctamente ante dolor podemos malograr dicho propósito a causa de nuestras reacciones inadecuadas. A los sufrimientos se les llaman “pruebas”, precisamente porque están “probando” algo. Y eso es lo que nos dice Santiago, nuestra fe necesita ser probada. Escucha como Pedro lo dice: “Así que alégrense de verdad. Les espera una alegría inmensa, aunque tienen que soportar muchas pruebas por un tiempo breve. Estas pruebas demostrarán que su fe es auténtica. Está siendo probada de la misma manera que el fuego prueba y purifica el oro, aunque la fe de ustedes es mucho más preciosa que el mismo oro. Entonces su fe, al permanecer firme en tantas pruebas, les traerá mucha alabanza, gloria y honra en el día que Jesucristo sea revelado a todo el mundo”. 1 Pedro 1.7 (NTV)
El oro se prueba con fuego y la fe de los cristianos también. En la purificación de los metales es necesario pasarlos por el horno y que sean expuestos a altas temperaturas. Cuando la temperatura ha alcanzado el grado de fundición, surge una sustancia sobre el oro líquido. Es una capa líquida que contiene impurezas sin valor, desechable; es la escoria. Y es necesario elevar la temperatura para quitar todo aquello que trae impureza al metal precioso. Y Santiago nos dice que Dios está comprometido a refinarnos como el oro. Así que cuando Dios eleve la temperatura, alégrese porque algo bueno está ocurriendo en tu vida, en tu carácter; alégrese porque tu fe se está fortaleciendo, alégrese porque Dios está eliminando esa escoria, esos residuos que no le traen crecimiento ni desarrollo a tu vida. Y cuando Dios detecte más impurezas en su corazón, Él volverá a elevar la temperatura para continuar con su proceso.
Muy bien pastor, eso lo entiendo, ahora sé que detrás de todo lo que nos acontece, sea bueno o doloroso, sea un triunfo o un fracaso, sanidad o una enfermedad, sea paz o angustia Dios está trabajando. Pero ¿Por qué es necesario que nuestra fe sea probada?:
1. Porque es probable de que tu fe sea intelectual:
Esta clase de fe, (intelectual) lejos de ayudarnos en medio de las pruebas, lejos de contribuir para no salirnos del camino, lejos de ayudarnos a permanecer firmes lo que hace es abrir una puerta para la duda, la inseguridad y la incredulidad.Esta es una de las razones del porque Jesús reprendió a sus discípulos y les llamó: “Hombres de poca fe”. Leer Mateo 8:23-27.
Los discípulos en este momento de la historia tenían suficiente conocimiento de los alcances del poder del Señor. Ellos ya habían visto como Cristo había liberado a los endemoniados; los discípulos habían sido testigos de innumerables sanidades de personas quienes tenían diversas enfermedades; Pero ahora, era momento de poner esa fe en acción. ¿Por qué es necesario que nuestra fe sea probada?
2. Porque es posible que tu fe sea emocional:
Tal vez usted se pregunta y ¿Qué tiene de malo las emociones? En si, algunas de nuestras emociones no tienen nada de malo, el peligro es cuando son ellas las que nos controlan; y ese es un camino muy peligroso porque la Biblia nos alerta en cuanto a esto: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas”, Jeremías 17:9. Si bien es cierto que nuestras emociones son parte de lo que Dios nos dio, no debemos de olvidar que todo nuestro ser se ha visto afectado por el pecado, y eso incluye nuestras emociones. ¿Cuál es el problema que nuestra fe sea emocional? Leer Mateo 13.20-21.
Entonces, ¿Cuál es la clase de fe que necesito para perseverar hasta el fin?
3. Una fe Valiente:
Los tiempos que estamos viviendo son denominados según la biblia como: “tiempos difíciles”. Para enfrentar estos tiempo es necesario una fe valiente. Así mismo, para poder hacerle frente no solo a los tiempos difíciles sino también a los sufrimiento que golpea nuestras vidas, aun mundo de maldad, de inmoralidad y pecado es necesario una fe sólida y firme. Pablo dice: “Estén alerta. Permanezcan firmes en la fe. Sean valientes. Sean Fuertes”. Corintios 16.13. Es tan importante tener una fe firme, porque cuando Cristo venga por su iglesia, podremos estar seguros de que estaremos con Cristo por toda una eternidad. “Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?”. Lucas 18.8
PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR
¿Por qué es tan importante que nuestra fe sea puesta a prueba?
¿Es posible la restauración de alguien que no ha sido fiel en medio de la prueba?
¿Por qué el sufrimiento hace parte de la vida del hombre?
¿Cuál es la clase de fe que Dios nos pide para enfrentar cualquier tipo de adversidad?



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