FRUTOS DEL ESPIRITU - PAZ
- pandevidamcallen
- 9 abr 2024
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Todos sabemos que vivimos en un mundo conflictivo, no necesitamos ser unos expertos en política internacional para darnos cuenta que basta con una equivocación de un ejército, basta con una decisión provocadora de una poderosa nación, basta con un comentario equivocado de un político, de un diplomático; y la Tercera Guerra mundial podría estallar. Es más, desde el año 1945 donde se creó La Organización de las Naciones Unidas (ONU) no ha habido ni un solo día de paz en la tierra. No hay paz política, no hay paz financiera, no hay paz social, ni mucho menos hay paz en las familias.

Y no hay paz por la sencilla razón de que no hay paz en el corazón del hombre, y cuando el hombre no tiene paz en su corazón; Por consiguiente, su mundo será un mundo de conflicto. La pregunta entonces es: ¿Por qué es tan difícil que en el mundo haya paz? Bueno este es el resultado lógico de la introducción del pecado en el mundo, el haber desobedecido a Dios produjo que lo dulce de la manzana se convirtiera en lo amargo del pecado. Porque el pecado cometido por Adán y Eva, no solo rompió esa perfecta relación que teníamos con Dios, sino que rompió esa relación entre los hombres; la introducción del pecado ha sido tan catastrófico, que ni siquiera el hombre puede encontrar paz consigo mismo.
El conflicto, la enemistad, las guerras, las crisis vinieron a caracterizar nuestras relaciones. El pecado ha hecho que nuestras relaciones sean difíciles, volátiles y conflictivas. Pero además, el pecado vino a romper, entorpecer y destrozar esa paz que teníamos con Dios; Y al no tener paz con Dios, por mucho que nos esforcemos, por muy buenas intenciones que tengamos, por muy comprometidos que podamos estar; si Dios no está en nuestras vidas difícilmente encontraremos el camino para alcanzar no sólo la paz exterior, sino la paz del alma; La buena noticia es que tan pronto el hombre pecó, Dios proveyó el camino, el medio para restaurar esa paz. “Por lo tanto, ya que fuimos hechos justos a los ojos de Dios por medio de la fe, tenemos paz[a] con Dios gracias a lo que Jesucristo nuestro Señor hizo por nosotros”. Romanos 5:1. (NTV).
Así que el principal problema del hombre quedó resuelto por iniciativa de Dios, a través de Cristo, y por medio de la cruz de Cristo, tú y yo podemos tener paz; sin embargo, aunque Dios resolvió el mayor problema del hombre, AUN SUS HIJOS NO VIVEN EN PAZ.
Y ahí es precisamente donde el apóstol Pablo nos habla de la paz como un fruto del Espíritu Santo, que es el resultado de una relación estrecha con Dios, de una relación que tiene que cultivarse cada día con Dios. Y eso va a producir en nosotros por supuesto que haya paz, va a producir en nosotros una quietud, un estado de seguridad; que, aunque tu mundo se esté destruyendo a tu alrededor. Aunque tu mundo comience a desmoronarse en pedazos, aunque se presente el sufrimiento; aunque llegue la pérdida, el conflicto, las heridas, tú estarás en completa paz. Pero eso va a depender de que tanto tú y yo estemos comprometidos a cultivar nuestra relación con Dios.
Entonces: ¿Cómo logramos cultivar este fruto del Espíritu? ¿Cómo lograr cultivar esa relación cercana con Dios, de tal manera que yo pueda tener paz en medio del dolor más fuerte?
1. Incrementa Tú Cercanía Con Dios:
Si yo deseo disfrutar, gozar, experimentar y alcanzar la paz que Dios me ofrece, yo necesito ser propositivo en mi relación con Dios. “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado”. Isaías 26.3. Este versículo contiene lo que se denomina como: Una promesa condicionada. Lo que significa que para que esa promesa llegue a tu vida, tú y yo tenemos que cumplir con ciertos requisitos, hay una condición que debemos cumplir.
Entonces si yo deseo la paz de Dios, yo tengo que ser intencional en mi búsqueda continua de Dios; Mis pensamientos, mi mente, mis deseos, mi corazón, mi tiempo, mis energías, deben de estar centrados en Dios; el mensaje es claro: Si deseas la paz de Dios, antes de que lleguen a ti los problemas, tienes que ser intencional en tu búsqueda de la presencia de Dios.
2. Incrementa Tú Tiempo De Oración Con Dios:
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”. Filipenses 4:6-7.
Pablo nos dice: No dejen ninguna área de tu vida sin acudir a Dios en oración, sin depender de Dios, sin confiar en Dios, porque no hay nada mejor que hacerle frente a los problemas tomados de las manos de nuestro Dios. No olvidemos que las bendiciones de Dios no van a descender, las ventanas de los cielos no se van a abrir, a menos que tengamos una profunda vida de oración con Dios. Pablo dice: “sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego”. ¿Lo noto bien? Ruego es una categoría dentro de la oración muy diferente a lo que nosotros podemos realizar todos los días.
El ruego implica fuerza, nos habla de clamor, nos habla de algo constante, y continuo, que es lo opuesto a lo esporádico y rutinario. Recuerda que la oración es donde tú y yo fortalecemos nuestra relación, nuestra comunión con Dios, pero el ruego es algo más intenso. Leer Hebreos 5:7
EL RUEGO INVOLUCRA: Esfuerzo, entrega, clamor, lágrimas; Cristo la noche antes de ser arrestado agonizó en oración. Queridos hermanos cuando hay tormentas en nuestro caminar, hay circunstancias difíciles que enfrentar; cuando hay decisiones que tomar, en ese momento es que nosotros tenemos que elevar una oración, un clamor, agonizar en oración. Hay momentos en que tú y yo tenemos que ser intensos, decididos, y decirle: “SEÑOR TEN MISERICORDIA DE MI”.
3. Incrementa Tu Obediencia a Dios:
Déjenme recordarles lo que les he dicho en estos últimos domingos, el apóstol Pablo es realista, él no es idealista y Pablo sabe muy bien cómo es la dinámica del corazón del hombre, por eso los frutos del Espíritu están en el contexto precisamente de las obras de la carne. Porque Pablo entiende que la obediencia a la palabra de Dios no fluye naturalmente. Somos muy desobedientes; Y hay algunos que tienen el dicho que dice: “las leyes se hicieron para romperse”. Y cuando eso sucede, cuando no estamos en obediencia a Dios, escúchelo muy bien: “Cuando nosotros no estamos en obediencia a Dios y a su palabra, no esperemos que la paz de Dios este sobre nuestras vidas”. Si le parece muy duro lo que les dije, escucha lo que nos dice el salmista: Leer Salmos 38:3.
Lamentablemente muchos no están en paz, porque en sus vidas hay pecado; y otros no tiene paz, por causa de las consecuencias de ese pecado. Te pregunto: ¿No encuentras la paz? ¿No tienes paz? Por lo tanto, es importante que seamos sinceros, escudriñemos nuestra vida, nuestro corazón y analicemos si es por causa de un pecado, que la paz de Dios esta ausente de nuestras vidas.
4. Incrementa Una Actitud Pacífica Hacia Los Demás:
Leer Hebreos 12.14. Noten que para Dios la vida de santidad es tan importante como nuestra relación con los demás. Si no tienes una vida correcta con Dios, NO vas a poder relacionarte correctamente con los demás; si no llevas una vida correcta con Dios, lo que se va a incrementar en tu vida es que se desencadene los frutos de la carne.
¿Cuáles?: Enemistad, opuesto a la paz; celos, opuesto a la paz; pleitos, opuesto a la paz; iras, opuesto a la paz; contiendas, opuesto a la paz; hostilidad, peleas, opuesto a la paz; Gálatas 5.19-21. Por lo tanto, tenemos que revisar si nuestras malas actitudes proceden precisamente de una mala relación con Dios. Porque sin lugar a dudas que el impulsador de la ira, del enojo, de la venganza, del resentimiento muchas veces se debe precisamente a una deficiente o a una carente relación con Dios. ¿Deseas tener paz? “Amados hermanos, termino mi carta con estas últimas palabras: estén alegres. Crezcan hasta alcanzar la madurez. Anímense unos a otros. Vivan en paz y armonía. Entonces el Dios de amor y paz estará con ustedes.”. 2 Corintios 13.11.



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