LOS FRUTOS DEL ESPIRITU BENIGNIDAD Y BONDAD

Yo creo que todos estaremos muy de acuerdo, en que la BENIGNIDAD y la BONDAD son dos virtudes muy, pero muy extraordinarias. El problema es que no todos estamos precisamente comprometidos de manera activa a vivir y mostrar estas dos virtudes. ¿Por qué dice eso? Porque por naturaleza el ser humano es egoísta: No da sin esperar algo a cambio; Porque estas dos virtudes demandan de nosotros tiempo, y muy pocos quieren invertir de su tiempo en las vidas de otros. ¿Por qué muy pocos expresan estos dos frutos?

Porque tienen un precio muy alto; Porque muchos están en una zona de Confort y no quieren ser molestados; Porque equivocadamente nosotros pensamos que para ser benignos y bondadosos se requiere tener una buena cuenta bancaria, así que muchos prefieren que otros lo hagan. Pero si nosotros pudiéramos comprender los grandes beneficios que generan no solamente en nuestra vida; Sino en la vida de aquellos que son tocados cuando nosotros demostramos benignidad y bondad, nuestras vidas serían mejores; El entorno familiar sería mejor; El impacto de nuestra iglesia sería aún mayor, y nuestra sociedad sería mejor.

Y eso es precisamente el por qué el apóstol Pablo, incluye estas dos maravillosas virtudes, como Frutos del Espíritu Santo.  Dos virtudes que forman parte de ese grupo selecto de frutos que deben de caracterizarnos a todos nosotros. El diccionario de la Real lengua de la academia dice que ser benigno es alguien que es afectuoso, benévolo, bueno, piadoso. La palabra benignidad se define como una virtud útil y necesaria. Por otra parte, la palabra bondad significa: que en esencia alguien bueno, y de genio apacible; que su inclinación es hacer el bien. Aquí tenemos estas dos virtudes, dos virtudes que nos transmiten la idea de experimentar algo en nuestro interior, pero que no se queda ahí guardado, sino que se exterioriza. Es ver, sentir, y accionar, y al igual que los otros frutos,

Pablo nos presenta la benignidad y la bondad entendiendo primero, que muchos de nosotros no respondemos, o NO actuamos conforme a los frutos del Espíritu, sino conforme a nuestra naturaleza, una naturaleza que ha sido afectada por el pecado;

Recuérdelo, Pablo es muy realista y nos dice que hay ciertas actitudes en nosotros, que son precisamente opuestas a estas dos virtudes; Noten nuevamente Gálatas 5:19 y vean lo opuesto que son la benignidad y la bondad, frente a las obras de la carne: Adulterio totalmente contrario a ser benigno y bondadoso; Fornicación, inmundicia, lascivia (Absolutamente opuestas) (v.20) idolatría, hechicería, (Tan solo con leerlas notamos que chocan); enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones; (Como el agua y el aceite);

Toda esta lista de pecados terribles, o de conductas pecaminosas, precisamente se nutren o encuentran fuerza cuando se carece, y otras veces cuando hay una negativa a NO practicar la benignidad y la bondad; Y mis hermanos, nosotros no podemos caer en este terrible error; Porque resulta que cuando tú y yo vinimos a la cruz en arrepentimiento y fe, Dios deposito dentro de nosotros todos los frutos, incluyendo la benignidad y la bondad. De manera, que los frutos del Espíritu no son una lista que tú y yo tenemos que colgar allá en la nevera; Los frutos del Espíritu son un llamado a vivir como Cristo vivió; A caminar como Cristo caminó; A responder como Cristo respondió; actuar como Cristo ha actuado.  Escucha lo que nos dice el salmista: “El SEÑOR es bueno para con todos y muestra compasión hacia todo lo que ha creado”. Salmo 145:9 (PDT)

Dios es bueno, Dios es bondadoso, Su esencia dice el salmista es ser bueno, su obra es buena, sus planes son buenos, sus propósitos son buenos, Su voluntad es buena, sus caminos son buenos, la vida que nos ofrece es buena. Ahora, no leamos tan rápido este versículo, porque hay una palabra que no quiero que ignoremos: Dios es bueno ¿para quién? parar con TODOS”. No hay discriminación, no hay favoritos, no se excluye a nadie, no hay excepción, parar con TODOS: buenos o malos, justos o injustos; Yo creo que una de las cosas que nos puede ayudar a nosotros a ser más benignos y bondadosos, es poder recordar cada día lo benigno, bondadoso, bueno, y misericordioso que Dios ha sido con nosotros.

Cuando nosotros recordamos todo lo bueno que Dios ha sido con nosotros, eso va a producir en tu corazón gratitud, y al producir gratitud tú vas a actuar, tú vas a responder en base a la benignidad, en base a la bondad de Dios.

Déjame se los ilustro por medio de la Palabra de Dios. Porque si hubo alguien que experimentó de una manera tan real, tangible, y profunda la bondad de Dios, ese fue David.  Leer 2 Samuel 9.1-12. Mis queridos hermanos nosotros estamos llamados a tocar a otros, a ministrar a otros; tú y yo hemos sido llamados a ser las manos de Dios, los brazos de Dios, los pies de Dios, la voz de Dios en esta tierra. ¿Lo notó bien? Saúl había muerto, Jonathan había muerto, pero la bondad de David hacia la casa de Saúl NO había muerto. ¿Ves el principio tan importante? cuando hay una genuina y verdadera bondad mis hermanos la bondad nunca muere. David le había fallado a Dios, innumerables veces: pecados pequeños, pecados grabes, David le había fallado a Dios y esa comprensión de saber que Dios demostró su bondad hacia él a pesar de sus fallas, fue lo que impulso a David a ser bondadoso con todos;

Usted conoce la historia, Saúl había perseguido a David por celos y quería matarlo; Pero eso no fue impedimento para que David mostrara bondad con su nieto. ¿Pastor ósea que usted me está queriendo decir que yo tengo que ser entonces bueno y bondadoso aun con aquellos que han causado una herida profunda en mi vida? Sí Porque resulta que esta historia de David mostrándole bondad a Mefiboset nos representa a cada uno de nosotros. Esta es una historia perfecta que ilustra lo que tú y yo éramos antes de que Cristo viniera nuestras vidas; Nosotros éramos enemigos de Dios, nos habíamos rebelado contra Dios, rechazábamos a Dios, pero Dios nos amó y fue benigno y bondadoso con todos nosotros.

“10 Cuando éramos enemigos de Dios, él hizo las paces con nosotros a través de la muerte de su Hijo. Con mayor razón ahora que somos amigos de Dios, él nos va a salvar por medio de la vida de Cristo” Romanos 5:10 (PDT).

Pastor ¿Cómo logramos poder cultivar la benignidad y la bondad?

1.      Sigue el ejemplo de Cristo

2.     Se más sensibles a las necesidades de otros

Y escucha bien que cuando hablamos de necesidades no solamente estamos hablando de necesidades materiales, o necesidades monetarias o físicas, estamos hablando de esa necesidad del alma y del corazón. Cristo cuando vio las multitudes dijo: tengo compasión porque están como ovejas sin pastor.

3.     Más que se sentir empatía, emprendamos acciones reales:

“15 Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran”. Romanos 12.15. ¿Cómo logramos ser Bondadosos?

4.     Aprovechando cada oportunidad para hacer Bondadosos

a donde iba Cristo era bondadoso, estaba en el desierto: Bondadoso; estaba en el valle, era bondadoso, estaba en la ciudad, era bondadoso; estaba de visitan en cualquier casa, era bondadoso;

No importaba dónde estaba Cristo siempre mostro una actitud de bondad.  ¿cómo logramos ser Bondadosos?

5.     Proponte ayudar a aligerarle la carga pesada a otras personas:

Cristo dijo “28 Luego dijo Jesús: «Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré Descanso”. Mateo 11.28.

6.     Decide cada día NO responder en base a las obras de la carne; sino con los Frutos del Espíritu.  

Estos es clave mis hermanos tenemos que estar comprometidos dispuestos a luchar, trabajar, destruir y no cederle terreno a lo malo.  Escucha lo que dice Pablo.

 “31 Líbrense de toda amargura, furia, enojo, palabras ásperas, calumnias y toda clase de mala conducta.  32 Por el contrario, sean amables unos con otros, sean de buen corazón, y perdónense unos a otros, tal como Dios los ha perdonado a ustedes por medio de Cristo.”. Efesios 4:31-32. La decisión está en ti.